Miramos Chile desde el cariño, la pasión, el hambre y la sed. Nos encanta la gente que viene a conversar, a tratarse con respeto, a conocer nuevos amigos. Nos encanta la gente que saluda con sincero afecto a nuestros garzones y cocineros. La comida y la bebida no son sólo alimentos, para nosotros son parte de una historia común, de un patrimonio que queremos cuidar y que queremos heredar a nuevas generaciones, porque son parte de una celebración que no queremos que nunca acabe.
Nuestra música, nuestra historia, nuestros mártires o héroes repletan los salones donde recibimos a quienes nos visitan. Siempre hemos pensado que un bar es un refugio para hablar de otras cosas pero también de lo mismo, para estar con los de siempre o conocer a los nuevos, para honrar nuestro pasado o para sorprendernos con el futuro.